Buff, como empezar a narrar esta historia...creedme es dificil para mí...

 

Granada es una carrera que no se me da bien, no está hecha para mí, o simplemente no sé correrla. Por "h" o por "b", en las 2 últimas ediciones no me he sentido nada cómodo haciéndola, y al menos en esta ocasión el tiempo ha sido más digno que en la anterior: 1:33:39, y sobre todo las  sensaciones, sufrí, y mucho, pero en los últimos kilómetros, justo cuando el terreno era más favorable, pero hasta entonces llevé el ritmo que podía llevar y no iba mal del todo.

 

Lo que me preocupó de ayer es el no poder rodar fácil, sigo muy muy cargado de piernas, terriblemente cargado, me pesan, me cuesta tirar de ellas y eso me preocupa, porque sólo quedan 2 meses para la gran cita, pero también es cierto que justo por eso las piernas ahora han de estar así, pero claro, ver como en la carrera no puedes dar más de si y sabes que tienes fondo, experiencia y calidad para estar mucho más adelante...eso cuesta digerirlo.

 

Seremos inteligentes y aplicaremos nuestras propias técnicas de coaching, no es el momento de estar más arriba, 2 o 3 semanas antes de la maratón de Málaga podré disputar una carrera y ver mi verdadero potencial, ahora toca acumular kilómetros, carga, sufrimiento, y en fin, ayer fue otro día más y otro día menos para llegar a ese objetivo.

 

La segunda parte de la carrera se me hizo muy cuesta arriba (además de que era la parte más dura del recorrido), y ahí perdi el ritmo medio que llevaba en el km 10,57, y que me hubiera permitido entrar en meta con 2 minutos menos de lo que finalmente lo hice.

 

A mi familia la voy a tener que instruir en técnicas de motivación...eso les pasa por no ir a mis charlas de coaching!!! jejeje...y es que estaban animándome, y lo agradezco, pero en el kilómetro 20,5!!!! cuando ya iba más que muerto y sin fuerzas para dar más de sí!!!. Lo cierto es que su presencia y su aliento me habrían venido de escándalo por Gran Vía o Reyes Católicos, muy a las malas por el Salón, ahí empezó mi verdadero calavario...

 

Finalmente otra media maratón más que echarnos a la saca, ahora a seguir entrenando duro y dejar de competir, las carreras que restan del Gran Premio si las hago será con objetivos de entrenamiento, pero nunca entregándome a tope, hay que ser inteligentes y jugar con la motivación y emociones, porque ninguno somos de piedra...

 

Ha sido un fin de semana muy complicado y condensado en lo personal, por muchos motivos, y la enseñanza final con la que me quedo se resume en una frase: "olé mis huevos".