
Francisco J. Ruiz Molina
COACH DEPORTIVO en Granada
Porque... mejorar es posible

Todas mis esperanzas, están en mí...
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Y llegó el gran día: Maratón de Sevilla 2.012, 19 de febrero
Todo el trabajo ya estaba hecho, todos esos madrugones saliendo a correr bajo cero, abrigado todo lo que se podía, equipado con mi radio para que las 2-3 horas de entreno se hicieran lo más llevaderas posibles, todos esos miedos a causa de las distintas minilesiones sufridas durante estas 12 semanas, esos 800 kms acumulados en las piernas, los 5 días de entrenos semanales, las malditas series, ... si, malditas, el compaginar todo eso con la vida famliar y laboral sin que ninguna de las dos se resienta, y lo más complicado de todo, el afrontar por primera vez en mi vida 42,195 kms corriendo...cuando lo más que he hecho han sido 32 kms en 2 días de entreno de estas últimas semanas (y estaba muerto al terminar)... pero lo dicho, ya no hay tiempo para lamentaciones, sólo hay que actuar y confiar en el trabajo bien hecho.
Y con esa mentalidad y muchos nervios, nos encaminamos la mañana de antes dirección a Sevilla toda una carabana de coches desde Granada, todos con la misma ilusión, hacer la maratón, pero cada uno con un objetivo distinto. Carlichi quería estar por debajo de las 3 horas, y creo que el Quillo también tenía ese reto en mente. Braulio y Gonzalo piensan en las 3h. 15min. Jesús entre ambos objetivos. David muy tocado de una rodilla e infiltrado, intentaría terminar, pero si lo hacía tiene fondo para estar por debajo de las 3h. 30 minutos. Jose es un poco anarquista... asi que su objetivo no sabría muy bien cual era, pero en su cabeza también confíaba en bajar de 3h. 30 minutos...y yo, con la mente puesta en terminarla y si es posible intentando estar en 3h. 45 minutos, lo cual sería todo un lujo.
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Vaya panda! ... de geniales personas y mejores deportistas. Todo un lujo haber aprendido de ellos. |
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El dia de antes uno está dislocado, descentrado, la familia nos acompaña en el reto, y es dificil compaginar un fin de semana en Sevilla con todas las limitaciones que tienes de cara a la carrera del día siguiente (más aún cuando esa fecha coincide con tu aniversario de novios). Uno lo intenta, pero sabe que no está a la altura, tu cabeza no te deja pensar más que en las horas que restan para que sean las 9.30h. de la mañana del domingo 19 de febrero...
Son las 6:40h. y ya estoy despierto, y aunque he podido dormir medianamente bien, ya no puedo seguir haciéndolo, la cabeza no para de darme vueltas y no dejo de pensar que ya ha llegado la hora.
Voy preparándolo todo, me aseo, me visto, y bajo a desayunar, allí están Gonzalo y Jesús y los nervios son el denominador común de nuestra conversación. Uno no sabe qué desayunar o qué no tomar, todo es un lío, todo es nuevo, estas sensaciones no se pueden explicar, hay que vivirlas.
Terminamos y después de volver a hacer de vientre...por 2ª vez en esa mañana, marchamos hacia el estadio olímpico, donde terminamos de ultimar los detalles, nos deseamos suerte, y PLAFFF!!! Pistoletazo de salida, son las 9.30h. y el gentío es tremendo, aunque creemos estar colocados en posiciones delanteras, cuando avanzamos 200 metros y salimos del estadio olímpico, avistamos una cantidad de corredores por delante nuestra inmensa...dios, que pasada! esta experiencia es inolvidable!.
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Donde está Wally? |
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El primer kilómetro como era de esperar, casi en 5 minutos y medio, pero es que lo importante era salir vivo de esa marabunta de gente. Jose y yo vamos juntos, y sorprendentemente los fieras están justo delante nuestra (salvo Carlichi que va a otro ritmo).
Segundo kilómetro, mi cabeza no deja de pensar, Paco cabeza, la estrategia está diseñada para ir a 5,10 por kilómetro, 5 segundos arriba o abajo, pero a esa media...y ese segundo kilómetro estamos por debajo de 5 minutos. Uno va muy cómodo, que son 2 kilómetros después de haber hecho más de 800 de entreno en 12 semanas... pero la cabeza debe poder a las emociones y le digo a Jose que él siga que yo voy a ir a lo establecido en mi estrategia, asi que bajo un poco el ritmo y como un reloj hago kilómetro a kilómetro en esa media, entre 5,05 y 5,10.
Nos alojabamos en el Barceló Renacimiento, y sabía que mis niños y mi mujer estarían allí en el primer paso por el hotel que haríamos durante la carrera, concretamente en el kilómetro 9, y con ese ánimo corro durante los primeros kilómetros, muy cómodo, muy seguro de mis fuerzas y muy confiado en mi estrategia... allí estaban mis 2 pequeñajos, animándome y saludándome, y junto a ellos mi esposa cámara de fotos en mano :)... de estreno por cierto. Paso muy tranquilo en torno a los 47 minutos, pero aún queda tanto...
La carrera poco a poco se adentra en el centro de Sevilla, los kilómetros se acumulan y el grupo del globito de 3h.30 me sobrepasa a la altura del kilómetro 15 aproximadamente. En esos kilómetros ya vas viendo muchas cosas que te hacen pensar que lo estás haciendo bien, hay muchos corredores que van por encima de sus posibilidades y se les nota, y tanto que se les nota, estaba convencido que terminaría pasándolos, como asi fue...
Los kilómetros van pesando en las piernas y se acerca un momento clave en la carrera, el tiempo en la media maratón, y ahí mis pronósticos para ir acorde con el objetivo se situaban en estar sobre 1h50min.
La cosa no podía ir mejor, 1h.47,43, y lo más importante, a mi ritmo, sin salirme de mis cánones, con las piernas dentro de lo lógico fuertes aún.
La anecdota de la carrera la viví entre el kilómetro 22 y 23, cuando el "cuñaoooooooo" se asomaba a la carretera para animarnos (mira que es feo y chiquitillo el colega).
La maratón ya empieza a hacer sus estragos, kilómetro 24 y el centro de Sevilla está ante mí, y la cabeza ahora empieza a ser mi mejor baza, porque las piernas ya van pesando más de la cuenta. Paso por la zona de Nervión, el coloso Sanchez Pizjuan queda a aun lado, la gente se agolpa en las aceras y no para de aplaudir y animar, y a uno se le pone el vello de punta sólo de recordarlo. Paso por sitios conocidos para mí, allí trabajé durante unos meses y los recuerdos de esa época inundan mi cabeza durante 1-2 kilómetros.
Entro en el kilómetro 26 y se acerca el momento de ponerme a escuchar la radio, si, la radio, y es que en mi ciudad, a las 12h. se da la circunstancia de que se juega el partido de futbol siempre soñado por mí, Granada-Real Sociedad...y yo en Sevilla corriendo...paradojas de la vida :)
Decido que voy a escuchar el partido mientras corro y gracias a eso se me hace más llevadero el muro de los últimos 12 kilómetros. Goooooooooollllllllll de la Real, Mikel González adelante a los txuriurdines con un soberbio cabezado, pero a los 2 minutos empata el Granada, como no, el omnipresente Iñigo López, quien si no...y todo esto en apenas 15 minutos, la cosa prometía (aunque hasta el segundo tiempo ya nada más pasó). A todo esto mis piernas ya tremendamente castigadas seguían moviéndose por inercia, aún conseguía mantener el ritmo de 5,05-5,10, pero las imágenes que podían verse de corredores tirados en el suelo o parados eran patéticas. Yo sabía que si paraba ya no podría continuar, asi que me armé de valor y a sufrir, total para eso había sufrido tanto en los entrenamientos.
Kilómetro 36, pasando por el puente cercano a Isla Mágica sobrepaso al bravo Jose, le doy una palmada en la espalda y le invito a que se enganche conmigo, pero su gesto lo dice todo, "no puedo tío, sigue tu, no puedo". Es duro dejar a un compañero en la estacada, pero en ese momento es una cuestión de supervivencia, sé que si me paro no podría seguir, y ahora tengo que ser más fuerte que nunca.
El cansancio ya es agotador, y los amagos de calambres continuos, asi que decido bajar un poco el listón y aflojo el ritmo, colocándome en 5,20 y 5,25 en los últimos kilómetros.
La meta está cada vez más cerca, pero los minutos pesan ya como losas...casi tanto como mis piernas. En todos los avituallamientos he bebido, pero ahora ya los busco con desesperación. El cansancio es tan grande que apenas si puedo beber, pero se que es importante asi que mantengo los botellines en mi poder hasta que recupero parte del líquido perdido en carrera.
Ya sólo quedan 2 kilómetros, estoy tan cerca que ahora más que nunca no puedo rendirme, y es entonces cuando saco fuerzas de donde ya no las tengo y vuelvo a ponerme en ritmos de 5,10, 5,15.
Se huele el final, el estadio olimpico se atisva a lo lejos y el gentío es enorme. Voy a entrar en el estadio olimpico de Sevilla, dios mio, no lo puedo evitar y rompo a llorar, estoy en una nube, y sin darme ni cuenta miro el reloj y voy a ritmo de 4,15!!!! impresionante, si no tengo fuerzas,y las piernas estan semiacalambradas!!! lo que hace la motivación, lo que hace la superación, VIVAN LOS RETOS! Y VIVA LA MARATÓN!.
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Ni el cansancio puede con la motivación de cruzar la meta, qué momentazo! |
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Encaro la línea de meta y supero uno tras otro a corredores, sólo pienso en terminar, en llegar, en hacerlo fuerte, en demostrarme que puedo, CLARO QUE PUEDES PACO, OLÉ TUS COJONES!...y entro, puño alzado en 3h. 36m. 21sg. .. simplemente increible, no lo puedo explicar de otra forma.
Mi familia está en la grada, pero yo no tengo fuerzas ni para buscarlos... pero sé que están ahí y eso me da más fuerzas.
Cruzo la meta, una toalla blanca invade mi cuerpo y acto seguido me cuelgan una medalla, bendita medalla...ya puedo decir con orgullo que soy un MARATONIANO!.
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Foto oficial de Medilast para promocionar sus calcetines |
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Espero que este esfuerzo sirva de algo para tí Alejandro
AUTOR: Francisco J. Ruíz Molina, Febrero 2.012 |
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